Paying Down Your Technical Debt, de Coding Horror, trae a cuento esta metáfora pergeñada por Ward Cunningham.
La deuda técnica es, muy básicamente, aquella en la que se incurre cuando se desarrolla funcionalidad rápidamente posponiendo cuestiones menos urgentes tales como legibilidad, escalabilidad, simplicidad, etcétera. La implementación “sucia y rápida” es el capital de esta deuda que, como toda deuda, genera intereses que el equipo va pagando en forma de aumento de costos de mantenimiento y dificultades al desarrollar nuevas funcionalidades. La única forma de quitarse el peso de ese interés es pagando el capital, o sea refactorizar la funcionalidad.
Martin Fowler la desarrolla muy bien en su blog en la entrada TechnicalDebt (en inglés, por supuesto). Para los que prefieran leer en castellano, el blog “Qué quieres desarrollar hoy?” ha publicado un post reciente al respecto.
A leer, que se acaba el mundo.
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