miércoles, 7 de enero de 2009

Aprendizaje e innovación.

innovation

Al final de A great place to work me preguntaba

¿Qué es realmente un "great place to work" que además favorezca la innovación? Digo, ¿cuál es la esencia? Porque conozco de empresas con grandes beneficios (bonus, horarios flexibles, muchos proyectos, buen ambiente entre los compañeros...) pero que no lo son.

Improbable tiró una muy buena punta: "es un lugar donde tu jefe sabe más que vos de algo que te interesa aprender y a él le interesa enseñar". Me gusta por corta y marketinera (en el buen sentido), quedaría bien en un cuadrito.

Apunta a algo que es seguro: aprender es usualmente motivador y siempre conveniente. Si hablamos de relaciones laborales en dependencia (empleado-empleador) el conocimiento aprendido es un valioso bien de capital con el que se queda el empleado y también la organización (si sabe preservarlo). El conocimiento debe ser uno de los pocos bienes de capital que aumenta cuanto más se utiliza y comparte.

Pero la enseñanza directa o… “consciente” o “deliberada”, digamos, no es la única forma de aprendizaje. Yo creo que la respuesta citada puede ampliarse un poco… algo así como que un gran lugar para trabajar “es un lugar donde hay algo que te interesa aprender, y donde es posible hacerlo”.

No importa si es el jefe, un compañero de trabajo, un colaborador (palabra bonita para “subordinado”), un papel o el código de un sistema o un blog. Cualquier cosa en el entorno laboral que expanda nuestro horizonte de conocimientos lo hará un buen candidato a “un gran lugar para trabajar”.

Pero, cæteris paribus (cómo me gusta encontrar dónde poner esa frase) el aprendizaje se acaba. En algún momento sabemos todo lo que se puede saber o todo lo que nos interesa. ¿Entonces? Nuestro “gran lugar para trabajar” se convierte en una celda donde nada cambia.

Es cuando debe aparecer algo que rompa ese estado de cæteris paribus. Ese algo es la innovación.

Si el proceso de aprendizaje es la asimilación de conocimientos a partir de una fuente, el proceso de innovación es de alguna manera la producción de nuevas fuentes de conocimientos. Estas nuevas fuentes pueden crearse introduciendo nuevos elementos o reordenando los existentes.

Si volvemos a la definición de “un gran lugar de trabajo”, vemos que uno en particular puede serlo en un momento y agotarse con el tiempo. Para que sea sustentable debe generar por sí mismo y de tanto en tanto nuevas e interesantes cosas que aprender. Es decir que uno no tendría que cambiar de trabajo o buscar un espacio por fuera de él para encontrar esas nuevas fuentes o combinaciones de fuentes que hemos etiquetado como “innovación”.

¿Pero qué es ese entorno innovador que genera nuevas cosas que aprender? ¿Qué lo constituye? Hasta donde yo sé las únicas que pueden innovar son las personas. O sea, el “entorno innovador” es una o varias personas que cada tanto generan nuevas cosas que aprender.

Si esas personas que constituyen el “entorno innovador” lo hacen como parte de su trabajo diríamos que la innovación está institucionalizada. ¿Es decir que estamos en presencia de una institución innovadora? No, no necesariamente. Una cosa es que el mecanismo esté (condición necesaria más no suficiente), otra que esté institucionalizado (tal vez necesario para que perdure en el tiempo, pero no garantiza nada) y otra que funcione (¿a partir de la chispa que buscaba Iboisset?).

Lo anterior implica que puede existir un entorno innovador en cualquier lado, ya que está compuesto por (y solamente por) personas.

Y también que ciertas personas crean ese tipo de entornos donde quiera que estén, ya que tienen una marcada tendencia a innovar. Son los que llamamos “innovadores”.

Pero también implica que cualquiera puede hacerlo en un momento determinado. Y que incluso tiene sentido hacerlo por más que la organización no logre aprovecharse de ello, ya que representa, por lo menos, un avance en el aprendizaje personal.

Quiero recalcar la palabra “interesante” que apareció más arriba. Qué es interesante y qué no depende de cada uno. Así, un entorno innovador puede serlo para una persona (hay cosas en él que le interesan) y no para otra. Ergo no existe un entorno innovador en términos absolutos. Dependerá de quién lo mire. ¿O no recordamos ese “efecto wow” de nuestros primeros trabajos, cada vez más difícil de encontrar? Cada vez sabemos más, por lo que nos es cada vez más difícil encontrar o crear un entorno innovador.

Claro que a veces es imposible, absolutamente imposible innovar en cualquier sentido. Hay un entorno que lejos de favorecer la innovación la impide, la asfixia. Si esto es deliberado e institucionalizado estamos en presencia de la negación absoluta de “un gran lugar para trabajar”. Es decir, un trabajo de m…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy acertado. Como dices es necesario que haya unos medios una disposición de ciertas cosas pero al final la innovación y el "Great Place to Work" dependen de uno. Tanto de qué es lo que a uno le ilusiona como de como lo busca. ¡Nosotros podemos construirlo! Si hay los pilares básicos. Pero podemos destruirlo, no solo hay entornos que lo coartan, también nosotros podemos no saber construir ese lugar o impedírselo a otros.